
El increíble hallazgo de tumbas arqueológicas en el Cerro Chame, deja al descubierto la gran importancia del sitio desde las fechas inmemorables.
El Cerro Chame, ubicado en el extremo des distrito, se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos a nivel arqueológico de la región. Los hallazgos en especial las cerámicas, objetitos líticos como hachas, raspadores y proyectiles, evidencian su ocupación vinculándolo al poblamiento del istmo.
Para el profesor Bonarge Rodriguez la existencia de este santuario histórico debe ser aprovechado para ser explotado turísticamente:
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“Hace muchos años atrás un pueblo indígena dejó diseminado en este territorio una serie de entierros y manisfestaciones artisticas en lo que hoy se conocen como el Cerro Chame. Las huellas de su presencia se dejan notar por doquier y el transmitir esa sensación que produce el encontrarse cara a cara con el origen de nuestro pueblo, si descartar el hecho de la fascinación que nos produce rescatar un suceso que para muchas personas, inclusive los de este distrito, es totalmente desconocido. Las autoridades deben preocuparse para darlo a conocer y hacer del sitio una fuente inagotable de visitas de parte de turistas y de estudiosos de la materia”.
Los restos que se conservan de aquella época se reducen a tan solo tiestos de cerámicas y piedras de pedernales con los que los aborígenes realizaban sus tareas diarias.
Los constantes saqueos han sacado a la luz restos que aunque documentan la ocupación del sitio hace muchos milenios atrás apenas permite otra cosa que esbozar los esquemas de un patrón de asentamiento reducido y muy disperso unos de otros.
Este sitio presenta diferentes testimonios de ocupación humana en diversos ambientes de la época. Las cumbres localizadas por encima de los 400 metros de altura se han destacado por el hallazgo de infinidad de piezas arqueológicas vínvuladas fundamentalmente a la historia indígena chamera.

Además de las cumbres, en este territorio también se componen por la cuenca hidrográfica del río Chame y su desembocadura y el área del manglar de la bahía.
Los primeros hallazgos arquelógicos en la falda y en la cima, datan de la década de los 60’s y 70’s, donde muchos de los lugareños que se dedicaban a la caza encontraron una gran cantidad de cerámicas y de ahí un gran número de tumbas.
El señor Demetrio Martínez nos conversaba como las personas empezaron a descubrirlas:
- “El camino a los descubrimientos de estas tumbas se inician a principios de la década de los 70’s o finales de los 60’s, cuando cazadores descubren pedazos de tinajas y una gran cantidad de cuevas a las faldas del cerro Chame. Años más tarde salen a la luz nuevos entierros que ocupaban las partes más altas. Muchos de estos objetos encontrados fueron vendidos a extranjeros y otros que no tenían valor para los huaqueros que quebraron y de ahí personas de diferentes lugares venían al sitio a probar suerte llevándose lo que encontraban”.
Durante años posteriores, los descubrimientos continuaron hasta que la zona ha sido conocida como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del distrito.
Desde hace muchos años atrás, son muchos los turistas que suben y recorren el cerro, motivados precisamente porque conserva un entorno natural y paisajes que otro lugares no tienen desconociendo que su verdadera riqueza radica en ser un verdadero santurario histórico.
Según lo que se ha encontrado, estos grupos eran capaces de estilizar su alfarería, seleccionar semillas, cazar y recolectar un gran número de especies.
La cantidad de piezas de rocas y de utensilios hallados muestran que estaban muy especializados en tallar sus herramientas en piedra, madera, conchas y huesos.
Además, por la ubicación y características de los sitios funerarios, se confirma que se tenía la costumbre de realizar entierros en sitios altos con vista al mar. La cultura aborigen utilizaban esas técnicas de cerrar esas cuevas para proteger los restos de sus familiares de posibles profanadores de tumbas o de depredadores de la selva.
el descubrimiento por casualidad de las cuevas del Cerro Chame, entra a formar parte de la historia de este distrito en tiempos recientes, aunque desgraciadamente, de una forma tan rápida como dramática. La razón no es otra que la desaparición de un gran número de restos arqueológicos debido a los saqueos que han causado desafortunadamente, la destrucción de elementos que podrían brindar una visión más clara del comportamiento y formas de vida de nuestros primeros pobladores.
Su conjunto arqueológico que no ha recibido reconocimiento de ningún estudiosos de la materia, posee una singular particularidad que erigen sus yacimientos en el panorama de la cultura chamera, como un ejemplo a destacar estriba en la posibilidad que nos ofrecen hoy sus entierros de recorrer una buena parte de la historia de este pueblo, no solo comprendiendo una elección magistral de nuestro pasado prehispánico, sino que lo elementos arqueológicos de las culturas anteriores nos permite seguir la traza histórica hasta bien enterado nuestro pasado, atestiguando sin duda el legado excepcional y el esplendor que un pueblo que hoy hace olvidado.